Existen enfermedades en las que las estrategias de prevención cobran especial importancia y el glaucoma es una de ellas. Se trata de la principal causa de ceguera irreversible en todo el mundo y la segunda causa más común de ceguera después de las cataratas. Debido a los notables avances que ha experimentado la cirugía de catarata en el mundo occidental, el glaucoma representa la principal causa de ceguera entre nuestra población.
Actualmente es una enfermedad que afecta a entre 60 y 70 millones de personas en todo el mundo y se estima que para el año 2020 esta cifra se incrementará a casi 80 millones. Este aumento será debido al envejecimiento de la población por la estrecha relación que la enfermedad guarda con la edad (asociada fuertemente a ella), aumentando su incidencia sobre todo después de los 40 años. La explicación podría residir en que con el paso de los años se presentan múltiples alteraciones biológicas en los tejidos y en las funciones del cuerpo humano, lo cual podría influir en la aparición del glaucoma.
En cuanto a la presión intraocular (PIO), su aumento se ve ahora como el factor de riesgo más importante en la aparición del glaucoma y no como su causa, puesto que podemos encontrar sujetos con tensiones normales y lesiones glaucomatosas. Por tanto, aunque el desarrollo de la enfermedad se sigue relacionando principalmente con la presión intraocular elevada, ahora se sabe que la fisiopatología del glaucoma es de origen multifactorial. En la actualidad, sin embargo, es el único factor de riesgo modificable que se puede utilizar para prevenir la progresión del glaucoma.
¿Qué ocurre en España?
Según la Sociedad Española de Oftalmología, entre el 2% y el 5% de la población española mayor de 45 años padece alguna de las formas clínicas de la enfermedad.
Se estima que en el futuro España será uno de los países con el mayor reto para afrontar el aumento de edad de su población y por tanto el glaucoma, ya que está previsto que para el año 2050, el 33% de las personas serán mayores de 65 años, 4 puntos porcentuales por arriba de la media de la Unión Europea que se situará en el 29% .
Con este envejecimiento de la población en nuestro país se espera que el número de personas con glaucoma también tienda a subir, lo que da explicación a la insistencia de los profesionales de la visión en la realización de revisiones anuales que aseguren la prevención, detección y control del glaucoma, ya que además en sus inicios es una enfermedad asintomática y silenciosa en la que se va perdiendo el campo visual periférico, siendo difícil en muchos casos que el paciente sea capaz de detectarlo.
No obstante, aunque aumente la cifra de pacientes con glaucoma se debe de tener en cuenta que los esfuerzos en prevención e investigación hacen posible que esté siendo detectado de manera más precoz. Esto quiere decir que aunque haya más glaucomas, ha disminuido el número de ciegos por la enfermedad.
Entre todos debemos colaborar para que así siga siendo, puesto que el tiempo corre en contra de estos pacientes que padecen la enfermedad sin saberlo y que muchas veces acuden a su oftalmólogo cuando la perdida de campo visual ya es irrecuperable.
Cristina Peña Betancor
Óptica-Optometrista
CLÍNICA NIVARIA