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Cirugía oculoplástica

La Cirugía Oculoplástica es una sub-especialidad dentro de la oftalmología que trata los trastornos y enfermedades tanto de tipo funcional como estético relacionados con los párpados, cejas, vías lagrimales, órbita y conjuntiva.

Los párpados son una zona muy delicada y es importante que sea un cirujano oftalmólogo especializado en este tipo de cirugía el encargado de cualquier intervención, ya que aplican un concepto no sólo estético del tándem ojos-párpados, sino que aportan el conocimiento profundo de sus estructuras y la visión de su funcionalidad en relación a la visión.

Blefaroplastia. Cirugía de párpados

La blefaroplastia una intervención estética que busca rejuvenecer los párpados mediante la remodelación de los tejidos perioculares. En muchos pacientes el motivo de la cirugía se debe al paso del tiempo, pero en otros es consecuencia de alguna enfermedad o patrón heredado, como la presencia precoz de “bolsas” en los párpados.

Su presencia nos da un aspecto “cansado” y parecemos mayores. Tenemos normalmente dos bolsas grasas en los párpados superiores y tres en los inferiores, que cuando adquieren un tamaño considerable pueden incluso comprometer la visión del paciente.
La cirugía persigue recolocar o reducir el componente graso hipertrofiado y reforzar los tejidos de contención del mismo, eliminando el sobrante de piel si lo hubiera. El paciente deberá guardar reposo en los días siguientes a la intervención, aplicando frío localmente y pomada antibiótica.

En oftalmología hablamos de ptosis cuando se produce una caída de uno o ambos párpados, generalmente por una alteración del músculo que eleva el párpado. Esta caída puede alterar la normalidad a nivel estético, creando una alteración de la armonía facial, sobre todo si es sólo de un ojo, o alterar la normalidad funcional al cubrir temporal o permanentemente el eje visual dificultando la visión.

El manejo de la ptosis palpebral debe incluir un correcto estudio neurofisiológico que descarte enfermedades como la miastenia o la distrofia óculofaringea, ésta última acompañándose de dificultades para tragar por parte de los pacientes. En el caso de los niños hay que actuar precozmente si dificulta la vista para evitar el conocido “ojo vago”.

La técnica quirúrgica dependerá del estado del músculo del párpado. Si está desprendido se reinsertará, si está distendido se acortará, pero si está paralítico tendremos que colocar unas sondas de silicona o similar para que sea la frente la que eleve el párpado al contraerse. La recuperación suele ser corta requiriendo frío local y pomada antibiótica. Los puntos se retiran en torno a los quince días.

¿Qué es el Entropion?

El párpado inferior se vuelve de fuera adentro, haciendo que las pestañas abrasionen la córnea y la conjuntiva, lo que provoca dolor, enrojecimiento y exudación ocular.

¿Cuál es su tratamiento?

La reparación quirúrgica proporciona la única curación permanente para este trastorno y se realiza con anestesia local. Detectar la causa que provoca el entropion es clave para definir el procedimiento quirúrgico a realizar para su corrección. No se puede prevenir pero sí se puede detectar a tiempo y corregirse.

Se recomienda que el paciente permanezca en su casa el día de la intervención. La mejoría visual suele ser tan rápida que al día siguiente puede empezar a reincorporarse progresivamente a su vida normal. Sin embargo deberá seguir unas recomendaciones tales como usar unos colirios, no frotarse los ojos y evitar esfuerzos físicos como coger cosas pesadas durante unos días después de la intervención.

Se trata del trastorno opuesto al Entropion: el párpado inferior se vuelve de dentro afuera, dejando expuesta la conjuntiva tarsal. Esto produce enrojecimiento de la conjuntiva expuesta y secreción acuosa debido a que el orificio lagrimal inferior ya no se encuentra en contacto con el ojo.La mayoría de estos casos (al igual que los de Entropion) se presentan en personas de edad avanzada, pero pueden ocurrir a consecuencia de la formación de cicatrices en la piel del párpado, por quemaduras químicas o térmicas, por eccema crónico o por parálisis del nervio facial. No se puede prevenir pero sí se puede detectar a tiempo y corregirse. Un examen oculoplástico es esencial para diagnosticar la patología.

¿Cuál es su tratamiento? Su tratamiento, al igual que el Entropion, es quirúrgico, reparando el párpado inferior, bajo anestesia local.