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Preguntas Frecuentes sobre la Operación de Miopía

La cirugía refractiva lleva a cabo un conjunto de técnicas quirúrgicas que tienen como objetivo operar los ojos para corregir sus defectos refractivos (miopía, hipermetropía y/o astigmatismo) y así eliminar o reducir la dependencia de gafas y lentillas.

La mayoría de personas son candidatas a operarse de la vista, ya sea utilizando una técnica láser para modificar la curvatura de la córnea o mediante la implantación de una lente intraocular de diferentes tipos. En Clínica Nivaria sabemos que una operación así conlleva a plantearse varias preguntas. En este artículo queremos resolver las cuestiones más característica de la cirugía láser para la miopía.

¿Qué aspectos tienen en cuenta los especialistas para indicar una técnica u otra?

Para la operación de miopía existen varios factores decisivos:

  • La edad del paciente,
  • La cantidad de dioptrías de miopía, hipermetropía o astigmatismo que tenga esa persona,
  • La presencia o no de la presbicia o vista cansada,
  • Ciertas características morfológicas de la córnea.

¿Qué pruebas realiza el oftalmólogo para ver si una persona es o no candidato a la operación de miopía?

En la primera visita de valoración, se abrirá un historial clínico al paciente con sus antecedentes médicos y oftalmológicos, además de alguna información adicional de interés que pueda subraya el especialista.

Asimismo, para poder determinar si una persona es o no candidato, en Clínica Nivaria realizamos las siguientes pruebas:

  • Medición de la agudeza visual y graduación de la vista para conocer las dioptrías y valorar los posibles defectos visuales.
  • Medición de la tensión intraocular y valoración de la estructura y espesor de la córnea.
  • Estudio del segmento anterior del ojo.
  • Estudio del segmento posterior del ojo.

Todas estas pruebas indicarán al especialista qué técnica será la más adecuada para cada paciente. Si, por ejemplo, se recomienda una intervención con lente intraocular, se pueden necesitar pruebas adicionales para valorar otros elementos, como la profundidad del globo ocular.

¿Existe un límite en dioptrías para poder someterse a una operación de miopía?

Hoy en día, el límite de dioptría para ser candidato a una cirugía láser se sitúan aproximadamente en 10-12 dioptrías para los miopes y 5 para los hipermétropes y sin límite para los astigmatas. Sin embargo, estos límites pueden variar según las particularidades de cada paciente.

¿En qué consiste la operación de miopía?

Tras el estudio oftalmológico mencionado anteriormente, se procederá a programar la operación de miopía, la cual cuenta con una serie de características:

  • Es una técnica que se lleva a cabo bajo anestesia tópica, aplicando unas gotas anestésicas sobre los ojos, sin necesidad de pinchazos ni de la aplicación de cualquier otro tipo de sedación.
  • El tratamiento a través de Láser es completamente indoloro. El paciente tan sólo notará la aplicación de un haz de luz en su ojo.
  • El tratamiento tiene una duración media por ojo de aproximadamente 15 minutos, incluyendo preparación del paciente y aplicación de gotas anestésicas, si bien la aplicación directa del láser se reduce a escasos segundos.
  • Una vez finalizado el tratamiento, no será necesario cubrir los ojos. Así, el paciente tan sólo sentirá una leve molestia, (sensación de roce o de un “arenilla” dentro del ojo), durante las primeras horas tras la intervención.

¿Es necesario el ingreso tras la operación?

Se trata de una técnica ambulatoria, que permite al paciente abandonar el Centro apenas una hora después de haber realizado el tratamiento, sin necesidad de hospitalización.

¿Qué ocurre después de la operación?

La principal ventaja de esta técnica es la rapidez y la comodidad en la recuperación post-operatoria. El procedimiento ambulatorio permite al paciente abandonar el centro oftalmológico apenas una hora después de realizar la intervención. En las horas posteriores a la intervención, la visión del paciente será algo borrosa y poco a poco se irá recuperando con normalidad.

De este modo, dependiendo del tipo de actividad, un paciente podrá regresar a su vida habitual apenas uno o dos días después de realizar el tratamiento. Si es cierto que hay que evitar determinadas actividades que puedan suponer algún tipo de riesgo y esfuerzo, como por ejemplo, las actividades deportivas, evitar sitios que no tengan un entorno limpio o, por ejemplo, intentar no exponer la vista a estancias prolongadas de ordenador o tabletas. No obstante, tras la operación se insta al paciente a seguir unas meticulosas revisiones para comprobar que todo evoluciona adecuadamente.