En la actualidad está de moda la visión en tres dimensiones o visión estereoscópica, desde las películas más recientes, pasando por la telefonía móvil hasta llegar a los dispositivos más actuales empleados en oftalmología clínica. Cabe destacar que esto no es algo “nuevo”, pues el interés por la fotografía estereoscópica y la visión binocular se remonta mucho tiempo atrás. Es necesario saber que la visión estereoscópica humana se consigue partiendo de dos imágenes ligeramente diferentes en perspectiva procedentes de cada ojo, que el cerebro fusiona y combina creando la sensación de profundidad o tridimensionalidad.
¿Cómo se utiliza el 3D en oftalmología?
La medicina ha buscado utilidades mediante la fotografía estereoscópica y el análisis de imagen, especialmente en el campo relacionado con la oftalmología. Por ejemplo se han comparado fotografías del nervio óptico realizadas desde diferentes ángulos, obteniendo una sensación de profundidad entre la papila y el anillo neurorretiniano, útil en la enfermedad glaucomatosa. En nuestro centro trabajamos con los mejores dispositivos que incluyen reconstrucciones tridimensionales de las estructuras oculares, como por ejemplo el topógrafo de última generación PENTACAM para análisis de córnea y el tomógrafo de coherencia óptica 3D OCT-2000, que ofrece imágenes tridimensionales tanto fijas como móviles, las cuales resultan de utilidad especialmente en las patologías retinianas. En casos específicos este tipo de imágenes mejoran la información diagnóstica permitiendo que nuestros doctores puedan valorar de forma más precisa la profundidad, profusión y localización de las lesiones en el fondo del ojo, con el objetivo de ofrecer siempre la mejor tecnología a nuestros pacientes.
Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
En el renacimiento Leonardo da Vinci estudió el sistema visual desde un punto de vista anatómico y examinó extensamente la perspectiva. Curiosamente en el año 2012 un estudio de restauración reveló que la copia de la Gioconda de Leonardo da Vinci que se expone en el Museo Del Prado es la más antigua que existe, y gracias a esto se cree haber descubierto el primer retrato en tres dimensiones de la historia. Los científicos alemanes Claus-Christian Carbon y Vera Hesslinger, de la Universidad de Bamberg, analizaron la obra original que se encuentra en el Louvre así como la copia expuesta en Madrid. El resultado de sus investigaciones propone que ambas obras podrían haber sido pintadas en el mismo estudio y simultáneamente, probablemente por un alumno cercano al maestro con acceso directo a sus obras.
En la imagen superior, a la izquierda se observa en primer lugar la obra expuesta en el Museo del Prado y seguidamente la obra original expuesta en el Louvre. En la imagen inferior se representa una reconstrucción de la posición que supuestamente tomaron ambos artistas.
Impulsados por la hipótesis de que Leonardo tuvo la perspicacia de crear ambas obras desde perspectivas diferentes, el equipo de investigación germano recalculó la posición que supuestamente los dos pintores mantuvieron entre sí respecto a la modelo mientras trabajaban en los retratos. El análisis de trayectorias entre los puntos de referencia de ambas pinturas reveló que efectivamente las dos versiones difieren ligeramente en perspectiva, encontrando una distancia horizontal de 69 milímetros entre sí. Esta distancia se encuentra próxima a la distancia que separa ambos ojos (62-64mm), lo que da una perspectiva ligeramente diferente del espacio con cada ojo, creando la sensación de profundidad. En su estudio, Carbon y Hesslinger aseguran que si se juntan ambos lienzos bajo filtros cyan y rojo, la Mona Lisa cobra relieve.
Cabe destacar que Leonardo pintó este cuadro a principios de 1500, aproximadamente 300 años antes de que la estereopsis fuera definida oficialmente por Charles Wheatstone en 1838.
Cristina Peña Betancor
Óptica-Optometrista
CLÍNICA NIVARIA