Con el paso de los años aumenta el número de personas que se deciden a ser intervenidas mediante cirugía refractiva. Parte de esta tendencia está basada en el avance tecnológico que vivimos, pero sobre todo en la opinión generalizada a pie de calle por parte de los propios pacientes ya operados, la cual es bastante favorable y demuestra por si sola el porcentaje de éxito de este procedimiento. Porque… ¿quién no conoce a alguien que le dijo que operarse había sido una de las mejores decisiones tomadas en su vida? No por esto se dejan de tener dudas sobre la intervención o incertidumbres sobre el procedimiento y posterior resultado. Por esta razón desde nuestro Centro creemos de vital importancia que los pacientes pregunten todas sus dudas y tengan la certeza de que han sido evaluados con detalle para optar por la mejor técnica a utilizar en cada caso particular.
Y hablando de dudas…una cuestión que suscita bastante interés es la ya clásica pregunta de por qué los oftalmólogos o profesionales de la visión mantienen sus gafas. Al margen de que se trata de una decisión totalmente personal, en nuestro caso es justo señalar con absoluta satisfacción que entre nuestro personal han prescindido de sus gafas desde algunos de nuestros oftalmólogos, pasando por el personal de enfermería, nuestras chicas de recepción, hasta la presente óptica-optometrista que escribe. Este hecho nos da una visión más personalizada y exhaustiva del proceso, la cual podemos transmitir a los pacientes. Ante una cirugía de este tipo, creemos que es fundamental elegir al equipo de especialistas adecuado, que resuelva todas tus dudas y con el que te sientas seguro/a.
En una crítica objetiva cabe decir que todo procedimiento quirúrgico tiene sus limitaciones y no se debe generalizar, pues cada caso es diferente y por tanto su evolución también. Como todo en la vida, lo más importante es aplicar el sentido común durante el proceso de recuperación. Esto es, ser conscientes de que debemos tener un especial cuidado en esos días anteriores y posteriores a la cirugía, cumpliendo todas las pautas asignadas y procurando no exponer nuestros ojos a acciones o situaciones que puedan traer consigo ciertos peligros.
Muchos de nuestros pacientes se preguntan qué van a sentir y cuánto tardarán en ver perfectamente. En cuanto a esta cuestión, al principio es normal que la visión fluctúe ya que nuestro cerebro debe acostumbrarse a la nueva situación, lo cual ocurre con el paso de los días. También es normal notar sensación de arenilla y en algunos casos señalados episodios de sequedad ocular. Con la pauta de tratamiento adecuada estos síntomas terminan remitiendo sin mayor transcendencia. No obstante, la mayoría de los pacientes obtienen una excelente visión en la revisión del día después.
Si en general deseas mejorar tu calidad de vida y en particular eres una persona poco cuidadosa con tus lentillas, no lo pienses más, pues a la larga quizás entones una frase que aquí escuchamos a diario y que dice… ¡ojalá lo hubiera hecho antes!
Cristina Peña Betancor
Óptica-Optometrista
CLÍNICA NIVARIA